“Nuestra vida es la leche” fue el comentario de mi amiga mientras desayunábamos en el porche de una casita con vistas al mar que nos habíamos alquilado en Formentera…en cuanto oí estas palabras, pensando que estábamos compartiendo un momento de iluminación positiva y de gratitud, empecé a decir lo afortunadas que éramos de poder estar cuatro amigas en un lugar paradisíaco de vacaciones, y de cómo estaba agradecida, y de que teníamos mucha suerte…y…y…un sin fin de cosas hasta que me di cuenta de que mis amigas me estaban mirando mientras se reían y me enseñaban el lateral del brick de leche donde estaba escrito “Nuestra vida es la leche” (en el otro lateral ponía: apadrina una vaca).
Hoy hablaba con un amigo que me decía que quería cambiar de vida. Es curioso cómo nuestras palabras indican qué estamos pensando. Cambiar de vida…yo siempre he pensado que cambiar de vida no se puede, se puede evolucionar eso sí. Me gusta pensar que la vida es como el Gran Premio de Motos, que una vez que estás ahí y te has fijado la dirección y la meta siempre hay avance, puedes mejorar cómo coger las curvas, puedes ir más rápido o más lento, puede haber más pilotos pero si un circuito no te gusta, no lo abandonas, ese lo debes terminar para mejorar y pasar al siguiente siempre con la meta en mente, sabiendo cuántas carreras te quedan, cuáles son las intermedias, cuáles son las del final y cuál es tu podio y todo esto unido a las personas que decidirás que estén cerca de ti porque como dice Valentino Rossi, “si el piloto no tiene un grupo fuerte a sus espaldas, sí, podrá ganar alguna cosa, pero no podrá conseguir objetivos extraordinarios”.
Como Coach mi pregunta es ¿qué es lo que quieres? El otro día releía el estupendo libro de Paul McKenna I can make you confident y recordé la necesidad de plantearse metas GRANDES. Esas metas que hacen que se desate tu pasión, que salgas de tu apatía y empieces a actuar mientras te sientes que estás centrado en ti, en lo que eres y en donde quieres llegar. Son esos sueños los que hacen que te levantes por la mañana con energía, son sueños grandes. Lo sé por experiencia. Al principio mis objetivos eran a corto plazo y del tipo “ir al gimnasio al menos tres días a la semana” y no estaba cambiando nada en mi actitud. Sin embargo, desde el momento en que me he planteado las metas GRANDES, por fin he notado la diferencia. Metas tales como tener mi propio equipo de motos y ser el “mind coach” de los pilotos. Y eso es lo que hace que ahora que estoy en esa dirección salir de la cama y ponerme en marcha sea fácil y energético y sea para lo que quiero evolucionar más y más.
Hace unos días leía en la playa uno de esos libros fáciles y alegres que me encantan para los momentos veraniegos en los que me puedo permitir apagar mi cerebro y me encontré esta joya: “la felicidad no existe , Dani…sólo existe ser feliz cada día. Si piensas en el concepto global de la felicidad todo cae por su propio peso”.
Por esto si cada día evolucionas hacia ser mejor persona, hacia conseguir un sueño que se ha convertido en tu meta y es grande y motivadora, hacia hacer feliz a tu familia, hacia apreciar a los amigos, hacia amar profundamente, es decir, hacia disfrutar de las pequeñas cosas del día a día siempre teniendo en mente tu gran meta quizá empieces tú también a decir ¡nuestra vida es la leche!…
¡La otra opción es apadrinar una vaca! jajaja
Que pases una estupenda semana con fiesta de La Paloma incluída
Paloma es Mind Coach y especialista en procesos de mejora a partir de técnicas de Programación Neurolingüística. Trabaja en el mundo de la empresa, con clientes individuales y con deportistas ayudándoles a creer más en su potencial y a llegar ahí donde quieren.