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Mientras viajo a la localidad india donde está la residencia del Dalai Lama en el exilio leo algunas de sus enseñanzas sobre filosofía positiva y aunque diga cosas que ya sabemos siempre que alguien te recuerda cómo hacer para vivir una vida de bienestar y perseguir tus sueños como mínimo te quedas pensando. Ahora si además es un Nobel de la Paz…ya reflexionas más profundamente.

¿Qué nos recomienda hacer este señor con túnica naranja?

¿Eres feliz?

Lo primero es plantearte si eres feliz. ¿Y cómo lo haces? Muy sencillo pregúntate “¿soy feliz?” y si la respuesta es sí todo va bien…si la respuesta es “a veces” te voy a ayudar a reflexionar sobre ello, si la respuesta es “no” cambia algo en tu vida inmediatamente. Porque, seamos sinceros, solo nos dan esta vida…no hay un “bis” así que merece la pena ser feliz en esta.

La felicidad es interior

En el mundo occidental tendemos a pensar que la felicidad viene de fuera. Que un día nos va a llegar…como si fuera a llamar a nuestra puerta “hola, soy la felicidad y vengo a quedarme contigo”. Pues no es así, siento decírtelo. Según el Dalai Lama la felicidad es una estado dentro de ti. Es una estado más parecido al bienestar, un estado en el que puedes sentir quizá mucha alegría o tristeza en momentos pero es una estado que se mantiene en la frecuencia del bienestar.

La felicidad es diferente al placer

Muchas veces confundimos felicidad con placer inmediato. El placer es algo acotado en el tiempo relacionado con algo en concreto o alguien y que al poco tiempo hace que la sensación desaparezca. Sin embrago, la felicidad es un estado mental que no depende de nada externo. Cuando tengas que tomar una decisión puedes hacerte la pregunta: ¿me va a aportar placer o felicidad?

Estamos constantemente comparándonos

A veces sentimos que el grado de satisfacción en nuestra vida es menor porque nos estamos comparando con “una película” de una vida mejor, sin embargo, en un experimento en la Universidad de Wisconsin pasaron fotografías de condiciones de vida desgarradoras a un grupo de personas y posteriormente cuando les preguntaron sobre el grado de satisfacción de sus propias vida observaron que dieron una puntuación más alta que en la misma pregunta previa antes de ver las fotografías. Así que piensa con qué te estás comparando y valora si te aporta o te resta felicidad.

El principio budista de la causalidad

Este principio lo consideran los budistas como una ley universal. Si buscas la felicidad piensa en cuáles son las condiciones necesarias para que eso se de. Igualmente, si quieres sufrir menos, piensa en cuáles son las condiciones por las que empieza el sufrimiento y redúcelas.

Disciplina mental

No nacemos ya sintiendo este estado de felicidad o bienestar. Esto es como entrenar el cuerpo. Requiere disciplina y esfuerzo ser una persona feliz. Una forma en la que el Dalai Lama entrena su cerebro es usando el siguiente mantra cada mañana: “Voy a usar este día en un sentido más positivo. No voy a malgastar este día.” Y esta reflexión por la noche: “¿he utilizado este día como tenía planeado?”

El Arte de la felicidad (extracto del libro del mismo nombre)

“Cada minuto es precioso. No estamos seguros de que mañana vaya a estar. Vivimos nuestra vida sobre la base de la esperanza de que mañana el mundo seguirá existiendo y nosotros también pero es solo eso, una esperanza, por eso necesitamos hacer lo mejor de nuestro tiempo. Lo mejor es servir a los demás pero si no puedes hacerlo por lo menos no les cuases dolor . Esa es la filosofía más básica.”

Espero que te haya gustado este artículo. ¡Qué tengas una feliz semana! Namaste 🙂

Paloma

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