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El título de mi último taller ha sido “Se me olvidó ser feliz”. Algunos de los participantes me dijeron que habían venido porque les pareció interesante el título, otros porque ya han asistido a talleres previos y les gusta pasar unas horas planteándose algunas cuestiones que en el día día no podemos tener en cuenta, es decir, aprovechar ese momento para chequear su estado y pasar su ITV. Y es que la realidad es que nos preocupamos más del mantenimiento del coche, del ordenador, de la caldera…que de nuestro cerebro y que de nosotros mismos.

En uno de los mejores libros de crecimiento a nivel personal y empresarial que es ya un clásico, “los 7 hábitos de las personas altamente eficaces”, Stephen Covey en el último hábito cuenta cómo un leñador estaba talando un árbol con un tronco muy grande y avanzaba lentamente, entonces pasó un hombre y se dio cuenta de que el leñador no tenía la sierra afilada y le dijo: “leñador, ¿por qué no te paras un momento y afilas la sierra para poder ir más rápido y con menos esfuerzo?” A lo que el leñador le contestó: “¿afilar la sierra? ¡yo no tengo el tiempo para eso!”

¿Plantearme qué es lo que quiero para ser feliz? O ¿qué es aquello de lo que quiero más en mi vida para ser feliz? ¡No tengo tiempo! Esta es la respuesta que muchas veces obtenemos de personas a las que queremos que se empiecen a dar cuenta o incluso de nosotros mismos.

Vivimos en una sociedad que estar muy ocupado es símbolo de estatus, los grandes emprendedores, hombre o mujeres de negocios tienen que aparentar estar siempre muy ocupados, incluso en otros sectores estar muy ocupado da la apariencia de trabajar más o a veces es la forma de no tener que pensar en otros aspectos de tu vida, es decir, es la droga natural que nos evita parte del sufrimiento.

Después de reflexionar y de trabajar como Coach con distintas personas y profesionales de sectores diferentes, mi conclusión es la siguiente, y aunque no espero que estés de acuerdo conmigo en todo, quizá te haga empezar a plantearte algo:

  • Si estás realmente tan ocupado que prácticamente no puedes respirar y siendo todo lo eficaz que puedes sigues tan ocupado que tu salud, tus momentos de ocio, tu físico sufre…piensa que sólo (de momento) tienes esta vida y que no creo que nadie en su lecho de muerte haya añorado haber pasado más tiempo en el trabajo o en la oficina.
  • Si vives siempre tan centrado en el trabajo prueba a plantearte el motivo. ¿Estás usando el trabajo como excusa para no tener que pensar en otros aspectos? ¿aparentar estar ocupado te hace sentir con un estatus mayor? ¿estás siguiendo un modelo que viviste en tu familia, quizá de tu padre o tu madres?
  • Para la cantidad de horas que estás dedicado a hacer algo ¿estás siendo eficaz? Si pasas 10, 12 horas al día trabajado ¿estás siendo todo lo eficaz que deberías para la cantidad de horas que estás invirtiendo? O podrías crear sistemas que se autogestionaran para muchas de las cosas que haces. Algunas personas, sobre todo aquellos que han abiertos sus empresas, piensan que pueden ser emprendedores, managers y artistas (los que innovan e inventan) pero la realidad es que sólo hay uno de estos aspectos que de verdad aman, que de verdad hacen bien, en el que son verdaderamente eficaces. Es ahí donde deberías volcar todos los esfuerzos, donde tu tiempo es más valioso porque estás haciendo algo que sólo tú sabes hacer a ese nivel. Para los otros sectores habrá personas a las que les apasione y sólo ellos sepan hacer eso a ese nivel. Delega. Trabaja en equipo marcando objetivos claros y sostenibles te ayudará a invertir mejor tu tiempo.
  • Crea sistemas que sean lo más independientes posible. Crea modelos que puedan funcionar por ellos mismos, que sólo requieran tu apoyo o tu control. Piensa en algo más grande que tú, en tu visión y tu misión en la vida.

Robert Dilts cuenta cómo uno de sus clientes de coaching, un alto directivo de Microsoft, le explicó que la diferencia entre quien es líder y quien no lo es, se basa en la energía. El líder tiene la energía para hacer que las cosas sucedan. Te lo repito: el líder tiene la energía. Ahora la energía es algo que aparece cuando encuentras tu equilibrio y en ese equilibrio hay algo más que sólo el trabajo o que sólo la familia o que sólo tú mismo…Deberías plantearte la calidad y cantidad de tu energía cada mañana y cuando vayas a hacer algo que no está relacionado con tu trabajo plantéate si sigues teniendo la misma calidad y cantidad y cuando vuelvas a casa con tu familia plantéate si sigues teniendo la misma calidad y cantidad de energía para darles a ellos o a tus amigos o a tu pareja, porque de lo contrario, sabes que no es sostenible.

Piensa en las cosas que te dan energía y proponte hacerlas más frecuentemente, piensa en cuántas veces a la semana haces cosas que dan energía y que te hacen ser feliz. Lo vas a necesitar si quieres de verdad ser el líder de tu propia vida.

¡Qué pases una feliz semana!

Paloma

Paloma Sanz es Mind Coach y especialista en procesos de mejora a partir de técnicas de Programación Neurolingüística. Trabaja en el mundo de la empresa, con clientes individuales y con deportistas ayudándoles a creer más en su potencial y a llegar ahí donde quieren.